miércoles, 31 de octubre de 2007

    UNA RELACION HOMBRE-MUJER


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    Pongamos que un chico llamado Luis se siente atraído por una
    mujer llamada Esther. El le propone ir juntos al cine, ella
    acepta, se lo pasan bien. Unas pocas noches después el le invita
    a ir a cenar, y de nuevo están a gusto. Siguen viéndose
    regularmente, y un tiempo después ninguno de ellos ve a ningún
    otro.
    -
    Entonces, una noche cuando van hacia casa, un pensamiento se le
    ocurre a Esther y, sin pensarlo realmente, ella dice:
    -
    - ¿Te das cuenta de que justo hoy hace seis meses que nos vemos?
    -
    Y entonces se hace el silencio en el coche. A Esther le parece
    un silencio estruendoso. Ella piensa: - Vaya, me pregunto si le
    habrá molestado que yo haya dicho eso. Quizás se siente
    restringido por nuestra relación; quizás crea que yo estoy
    tratando de forzarle a alguna clase de obligación que el no
    desea, o sobre la que no está muy seguro.-
    -
    Y Luis esta pensando: - Vaya. Seis meses.-
    -
    Y Esther piensa: - Pero yo tampoco estoy segura de querer esta
    clase de relación. A veces me gustaría tener un poco más de
    libertad, para tener tiempo de pensar sobre lo que yo realmente
    quiero que nos mantenga en la dirección a la que nos estamos
    dirigiendo lentamente... quiero decir, ¿hacia donde vamos?
    ¿Vamos simplemente a seguir viéndonos en este nivel de
    intimidad? ¿Nos dirigimos hacia el matrimonio? ¿Hijos? ¿Una vida
    juntos? ¿Estoy preparada para este nivel de compromiso? ¿Es que
    conozco realmente a esta persona?-
    -
    Y Luis piensa: - ...así que eso significa que fue... veamos...
    febrero cuando comenzamos a salir, que fue justo después de
    dejar el coche en el taller, o sea que... veamos el
    cuentakilometros... ¡Coño! Tengo que cambiarle el aceite al
    coche.-
    -
    Y Esther piensa: - Está disgustado. Puedo verlo en su cara.
    Quizás estoy interpretando esto completamente mal. Quizás quiere
    más de nuestra relación, mas intimidad, mas compromiso; quizás
    el ha notado –antes que yo- que yo estaba sintiendo algunas
    reservas. Si, apuesto a que es eso. Por eso es tan renuente a
    decir nada sobre sus propios sentimientos. Tiene miedo de ser
    rechazado.-
    -
    Y Luis piensa: - Y voy a tener que decirles que me miren la
    transmisión otra vez. No me importa lo que esos imbéciles digan,
    todavía no cambia bien. Y esta vez será mejor que no intenten
    echarle la culpa al frío. - ¿Qué frío? Hay 30_C fuera, y esta
    cosa cambia como un camión de basura, y yo les pago a esos
    ladrones incompetentes 60.000 pelas.-
    -
    Y Esther esta pensando: - Está enfadado. Y no puedo culparle. Yo
    estaría enfadado, también. Dios, me siento tan culpable,
    haciéndole pasar por esto, pero no puedo evitar sentirme como me
    siento. Simple y llanamente, no estoy segura.-
    -
    Y Luis piensa: - Probablemente me dirán que solo tiene tres
    meses de garantías. Eso es justo lo que van a decirme, los
    capullos.-
    -
    Y Esther esta pensando: - Quizás soy demasiado idealista,
    esperando que venga un caballero en su caballo blanco, cuando
    estoy sentada al lado de una persona perfectamente buena, una
    persona con la que me gusta estar, una persona que realmente me
    importa, una persona a la que parezco importarle realmente. Una
    persona que sufre por causa de mi egocéntricas fantasías
    románticas de colegiala.-
    -
    Y Luis piensa: - ¿Garantía? ¿Quieren una garantía? Les daré una
    garantía. Cogeré su garantía y la...-
    -
    - Luis -dice Esther en alto- ¿Qué? - dice Luis, sorprendido
    -
    - ¿Por favor, no te tortures así! -dice ella, con un inicio de
    lagrimas en sus ojos. - Quizás nunca debí haber dicho... Oh,
    Dios, me siento tan...- Se interrumpe, sollozando.
    -
    - ¿Qué? - dice Luis
    -
    - ¡Soy tan tonta! - solloza Esther -. Quiero decir, ya se que no
    hay tal caballero. Realmente lo se. Es estúpido. No hay
    caballero, ni caballo.
    -
    - ¿No hay caballo? - dice Luis.
    -
    - Piensas que soy tonta, ¿verdad? - dice Esther
    -
    - ¡No! - dice Luis, contento por fin de conocer la respuesta
    adecuada
    -
    - Es solo que... solo que... necesito algo de tiempo - dice
    Esther.
    -
    Hay una pausa de 15 segundos mientras Luis, pensando todo lo
    rápido que puede, trata de decir una respuesta segura.
    Finalmente se le ocurre una que cree que puede funcionar:
    -
    - Si - dice
    -
    Esther, fuertemente emocionada, toca su mano:
    -
    - Oh, Luis, ¿realmente piensas eso?! - dice ella
    -
    - ¿El que? - dice Luis
    -
    - Eso sobre el tiempo - dice Esther
    -
    - Oh, - dice Luis -, si, claro.
    -
    Esther se vuelve para mirarle y fija profundamente su mirada en
    sus ojos, haciendo que el se ponga muy nervioso sobre lo que
    ella puede decir luego, sobre todo si tiene que ver con un
    caballo. Al final, ella dice:
    -
    - Gracias, Luis
    -
    - Gracias - dice Luis
    -
    Entonces el la lleva a casa, y ella se tumba en su cama, un alma
    torturada y en conflicto, y llora hasta el amanecer, mientras
    que Luis vuelve a su casa, abre una bolsa de patatas, enciende

    la tele, e inmediatamente se encuentra inmerso en una
    retransmisión de un partido de tenis entre dos checos de los que
    nunca ha oído hablar. Una débil voz en los mas recónditos
    rincones de su mente le dice que algo importante pasaba en el
    coche, pero esta bien seguro de que no hay forma de que pudiese
    entenderlo, así que opina que es mejor no pensar sobre ello.
    (Esta es también la política de Luis acerca del hambre en el
    mundo).
    -
    Al día siguiente Esther llamara a su mejor amiga, o quizás dos
    de ellas, y hablaran sobre la situación sobre seis horas
    seguidas. Con doloroso detalle, analizaran todo lo que ella dijo
    y todo lo que el dijo, pasando sobre cada punto una y otra vez,
    examinando cada palabra, y gesto por nimios significados,
    considerando cada posible ramificación. Continuaran discutiendo
    el tema, una y otra vez, por semanas, quizás meses, nunca
    llegando a conclusiones definitivas, pero nunca aburriéndose de
    el, tampoco.
    -
    Mientras, Luis, un día mientras ve un partido de fútbol con un
    amigo común suyo y de Esther, durante los anuncios, fruncirá el
    ceño y dirá:
    -
    - Raúl, ¿tu sabes si Esther tuvo alguna vez un caballo?....

    jueves, 11 de octubre de 2007

    ¿Hambre o Nervios?

    Luego de mil años de ausencia…

    Bueno no fueron mil años fue como un mes que no escribía nada pero ya que Jasson tiene su blog ahora tendré que agregar post mas seguido, como para no quedarme atrás igual a ninguno de los dos nos leen pero que mas da .

    El sábado 6 de octubre hable en publico, en mi loca imaginación pensé que seria una cátedra inolvidable que seria como ver pintar a Van Gogh, leer un poema de Neruda o escuchar una sinfonía de Beethoven, pero no, no fue así, es interesante que estos hombres alcanzaron su mayor fama hasta algunos años después de muertos, así que aun tengo esperanzas, jejeje.

    Que difícil es captar la atención de las personas, sobre todo cuando son patojos entre 12 y 22 años, pero fue interesante y realmente me gusta hacerlo, a veces me pregunto si lo hago por vanidad, para que la gente me conozca, para dar a conocer mis ideas o mostrar lo mucho de lo poco que sé.

    En fin lo que mas me llamo la atención fue que al terminar mi charla sentía un dolor en el estomago lo primero que pensé fue que por el esfuerzo me había dado hambre así que ese día obvie las largas y habituales despedidas y me fui a mi casita.

    Al llegar a mi casa cene y como diría mi abuelita mata a la que me mata o sea al hambre, pero no fue así, subí a mi cuarto y el dolor seguía ahí, me conecto al msn y encuentro a Walky una amiga de Republica Dominicana le conté lo de mi malestar y me dijo: “Seguro son nervios por haber hablado en publico”.

    Al principio tenia mis dudas pero luego de una hora de chat y escuchar música el dolor se fue, así que imagino que Walky estaba en lo correcto, pero igual la próxima vez que tenga que hablar en publico me asegurare de comer bien y tomar un tiempo para relajarme.